La señora Julie Bradford, de 45 años, dio a luz a su propio nieto Jack Jenkins el pasado viernes ya que su hija Jessica Jenkins no podía dar a luz debido a que sufrió cáncer de cuello uterino.
La joven, de 21 años, antes de comenzar su agresivo tratamiento decidió congelar sus óvulos pensando en que un futuro podría concebir un hijo.
Jenkins y su marido, Rees Jenkins, decidieron probar la fecundación in vitro gracias a que la abuela decidió concebir al bebé que pesó casi tres kilos.
«Mi madre es la más valiente y maravillosa del mundo. La quiero mucho por dar la vida a mi hijo», declaró a la BBC Jenkins.