El sujeto Juan Agustín Jirón Aguilera, de 28 años de edad, fue muerto de siete balazos por varios desconocidos que llegaron a buscarlo a su casa en el sector de Las Quebradas, en la comunidad San Ramón, en el municipio de Wiwilí, en el departamento de Jinotega.
De acuerdo a la denuncia de María Luisa Zamora Jarquín, de 27 años, ella y sus tres hijos observaron cuando los desconocidos terminaron con la vida de su cónyuge Juan Agustín, quien era conocido como “Tingo”, tras pedirle que saliera al patio de su vivienda.
María Luisa indicó que las balas de arma calibre 9 milímetros lo impactaron en la oreja y clavícula derecha, el lado izquierdo del tórax, la pierna izquierda, y en los testículos y el pene, los cuales le quedaron destrozados.
La mujer explicó que ella tenía diez años de convivir con Juan Agustín quien se dedicaba al tráfico de marihuana.
Pobladores de la zona presumen que el crimen de Juan Agustín obedece a una posible pasada de cuentas ya que en el 2008 se involucró en un doble asesinato junto a un primo hermano.
Según los archivos de Tu Nueva Radio Ya, Juan Agustín, que para el 2008 tenía 20 años, y su primo hermano Justo Pastor Aguilera Jirón, de 18, asesinaron a su padrastro Sebastián Padilla y a un hermanito de 8 años en la comunidad Las Minas, en Wamblán, a 180 kilómetros al norte de la ciudad de Jinotega.
Después de cometer el doble crimen, los sujetos arrojaron los cuerpos en una letrina y luego huyeron.
Según las investigaciones policiales, los hermanos cometieron el doble asesinato, motivados por problemas personales y celos por una herencia.
Después del crimen, Juan Agustín estuvo preso dos años, en tanto su primo hermano Justo Pastor continúa cumpliendo condena en el penal de Matagalpa.