Jóvenes fortalecen su protagonismo en las Escuelas de Oficios

Más jóvenes siguen sumándose a las diferentes modalidades educativas que viene promoviendo el Gobierno Sandinista, a través del Ministerio de Educación (MINED), Tecnológico Nacional y Alcaldías Municipales, tal es el caso del municipio de El Crucero, lugar donde los chavalos y chavalas están aprendiendo diversos oficios y otros cursan la secundaria rural.

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Estos jóvenes residen en las comunidades urbanas y rurales de este fresco municipio, todos con la meta de aprender, estudiar y ayudar al desarrollo, tal y como lo hacen otros muchachos y muchachas en otros rincones en donde también se impulsan estas escuelas que son totalmente gratuitas.

Claudia Hernández se bachilleró el año pasado. Su meta es convertirse en una buena estilista y considera que el curso que está recibiendo le dará las herramientas básicas, para después solicitar trabajo en un salón de belleza de su municipio o de Managua.

“Las escuelas de oficio que el gobierno está impulsando son muy importantes, ya que sacan de los vicios a muchos jóvenes que podrían andar en las calles rodando. De esta manera nosotros aprendemos y podemos defendernos (en un trabajo) aprendiendo a hacer cortes, a pintar uñas, maquillaje y embellecer a las personas”, comentó Claudia, mientras hacía una tarea práctica.

Dice que ha sido testigo que El Crucero vive mejores tiempos, pues hay muchos jóvenes que se están animando a tomar estos cursos, pues significan una alternativa laboral una vez finalizado.

“Se le agradece a la alcaldía, estamos motivando a las personas para que se animen y vengan a aprender para sacar adelante a su familia, al país y que sigamos desarrollando”, dijo Hernández.

En iguales términos se refiere Karen Robleto Castellón, una joven que lleva el quinto año de arquitectura en la UNI, pero se apuntó al curso de interpretación de planos, para fortalecer sus conocimientos que viene adquiriendo en la universidad.

Señala que este curso le permite a los jóvenes, a poder trabajar como maestro de obras y hasta diseñar un plan básico para construir un anexo, una vivienda y hasta porches.

“Ha sido una gran experiencia, es increíble porque he estado aprendiendo con un profesional que nos da la clase, hay maestros de obras, albañiles (…) tienen experiencias en construcciones que han hecho, escucharlos y verlos es un gran conocimiento que estamos adquiriendo”, destacó Robleto, quien considera que estos cursos están restituyendo los derechos a la juventud.

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