Clodomiro “El Ñajo” agradece a Presidente Daniel y a la compañera Rosario por construcción de su casa

La mañana de este jueves a través de Tu Nueva Radio Ya, Esteban Marcos Marenco Peralta, de 63 años, mejor conocido como “Clodomiro, El Ñajo”, agradeció al Comandante Daniel Ortega y a la compañera Rosario Murillo, por haber orientado la reconstrucción de su casa, la que antes era a base de tablas viejas y zinc.

“De todo corazón, estoy muy agradecido con el Comandante Daniel Ortega y con doña Rosario Murillo, porque antes nadie se había preocupado por la forma de como vivía yo, pero ahora me hicieron mi casita que se mira bella”, dijo Clodomiro, a quien llamamos durante el programa Ya Tu Música, de la Súper  Líder del Dial.

La casa de Clodimiro está ubicada en el barrio Santa Rosa, en Managua, y según el mimado del Bóer, ahora se siente feliz de poder dormir tranquilo y ver su casita tan bella.

“Voy a votar por el Comandante en las próximas elecciones porque él también se preocupa por el deporte nacional y siempre recibe al equipo del Bóer con los brazos abiertos”, resaltó Clodomiro, el ñajo más querido por todos los nicaragüenses.

Clodomiro se ha ganado el cariño del pueblo, en especial de los jugadores y aficionados del Bóer, pues nunca pasa desapercibido cuando llega al estadio debido a que se pone a platicar y hasta a discutir, pero siempre riendo con los demás aficionados.

Esteban Marcos Marenco Peralta nació con labio leporino el 9 de marzo de 1952, en San Jorge, Rivas, y fue el segundo de 24 hermanos. Fue adoptado por doña Luisa Amanda Ramos, pues a los 3 añitos,  su mamá biológica se separó de su papá, y lo abandonó.

Esteban se hizo famoso con el apodo de Clodomiro, después que salió la canción de Carlos Mejía Godoy “Clodomiro, el Ñajo”, aunque él asegura que fue gracias a él que el cantautor alcanzó la fama.

Cuenta que una vez durante un juego de los Indios del Bóer gritó a todo pulmón: “¡Viva el Bóeeeeeeeer!”. A la gente le gustó y empezaron a llegar miembros de diferentes radios para que les grabara el grito y así se hizo más famoso.

A pesar de que muchos años empinó el codo y tuvo muchísimas mujeres bonitas, Clodomiro nunca se casó, ahora es evangélico y se gana la vida como conserje en el Autolote El Chele, de Juan Carlos Zúñiga. Además vende lotería en el estadio nacional en los partidos de beisbol.

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