Hannah Nicole y Chelsea Puchino estaban desesperadas por desnudarse.
Las modelos que viven en Philadelphia pasaron exitosamente sus audiciones en el Hotel Civilian, en el midtown de Manhattan durante la Semana de la Moda a principios de septiembre.
De este modo, las dos aseguraron su participación en un show de pasarelas del Proyecto Cinta Adhesiva Negra a cargo del oriundo de Miami, Drakhan Blackhart. Las dos ya habían trabajado con él y conocían cómo funcionaba todo: no podían llevar puesto nada de ropa y estuvieron absolutamente de acuerdo. Las dos chicas solo querían trabajar de nuevo con el Rey de la Cinta Adhesiva.
Nacido en West Kendall como Joel Álvarez, el polémico diseñador es conocido por colocar estratégicamente cinta adhesiva en los cuerpos de las muchachas, y luego enviarlas a desfilar en la pasarela.
No se trata de una cinta adhesiva cualquiera, sino de un tipo que no es tóxico y no deja ningún residuo. El portal de Blackhart vende rollos de la cinta adhesiva en varios colores, formas y diseños a $29.99 por unidad.
“Es algo liberador”, dijo Puchino, de 29 años, al hablar de cómo se siente tras terminar envuelta en la cinta. “Y muy cool”.
Por su parte, Nicole estuvo de acuerdo en que posar para Álvarez era “un honor”, y le gusta lo sexy —y confiada— que la cinta hace que se sienta.
“El material saca lo mejor de una, y destaca los atractivos que tenemos”, explicó la modelo de 25 años. “Realmente una se siente admirada con lo que lleva puesto”.
La pregunta que muchos hacen es: ¿qué se siente al tener a Blackhart tan cerca del cuerpo desnudo?
Ambas explicaron que son las propias modelos las que colocan primero la parte más íntima del atuendo, una especie de parche, en los genitales. Después de ese paso, el genio se pone a trabajar, colocando cuidadosamente las cintas en la carne desnuda.
“Es como un bikini super ajustado”, dijo Puchino, que aconseja no ir al baño hasta que termine el show.
“Una se siente un poco incómoda”, admitió Nicole. “Pero luce fenomenal”.
¿Fabulosa? Sin duda alguna. Blackhart no contempla a quienes llama sus dragonas como objetos sexuales, sino como bellas y vivas piezas de arte.
“He creado un género, fui el primero”, dijo Blackhart, de 42 años, holding court while poring over his NYFW call sheet. “Soy el pionero”.