La nicaragüense Sandy Somarriba, de 73 años de edad, perdió unos 10 mil 800 dólares, los ahorros de toda su vida, en una fantasiosa estafa amorosa a través de la cual un delincuente se hizo pasar por el famoso cantante Luis Miguel.
La víctima, que trabaja en Las Vegas, Nevada, como traductora para migrantes, cayó en las redes del “estafador del amor” en marzo del año pasado, tras recibir una solicitud de amistad en Facebook.
De esa manera, la pinolera inició una relación virtual que duró 10 meses y culminó con el corazón de la mujer roto y sin un centavo en los bolsillos.
“Me escribió cosas que me llegaban al corazón”, explicó al programa español Fiesta la mujer, quien no sospechó en ningún momento que tras los mensajes endulzados se ocultaba un astuto estafador.
Incluso el delincuente le llegó a decir a Sandy que no creyera su “supuesta relación” con Paloma Cuevas, pues era “una mentira de los medios”, y de esa forma alimentar su ilusión.
El engaño incluyó la solicitud de dinero con múltiples y variados pretextos, como la promesa de una “tarjeta de fan” que supuestamente le permitiría a la nica, comunicarse directamente con el cantante sin intermediarios, además de “deudas” surgidas repentinamente y tasas aduaneras inexistentes.
La historia de Sandy alcanzó su punto más desgarrador cuando, ilusionada por una propuesta de matrimonio, viajó hasta España con la promesa de que se casaría con el artista.
“¿Tú estarías dispuesta a venirte a España para estar conmigo?”, fue la pregunta que la lanzó de pronto en su viaje.
Al llegar al aeropuerto de Madrid, se encontró con la dura realidad: no había chofer, no había boda, sólo el vacío de un engaño cruel.
Después de la dolorosa experiencia, Sandy Somarriba declaró sentir tanto la pérdida económica como emocional: “No tengo más dinero. Todo se lo di. Pero lo que más me duele es mi corazón destrozado”.
Incluso después de la desilusión, el delincuente ha continuado contactándola, pero ella cortó toda comunicación e interpuso una denuncia ante las autoridades de España, esperando así evitar que más personas caigan en trampas similares.
En el programa se mostraron los mensajes de Whatsapp que intercambió la mujer con “Luis Miguel”, creyendo la mentira.
“Luis Miguel”: Necesito tu abrazo más que nada, cariño.
Sandy: Ojalá pronto en la misma cama.
“Luis Miguel”: Así puedo hablar contigo, enamorarte, hacerte el amor. Te amo y, para ser honesto, no puedo esperar para conocerte pronto.
Sandy: Estoy tan enganchada a ti. Escucho tu música prácticamente todo el día, ¿por qué me amas?
Luis Miguel: Te amo por tu pasión por mí y porque te quiero en mi vida. Mereces ser amada por mí.”
Sin embargo, el estafador, en medio de sus declaraciones de amor, también le pidió dinero hasta dejarla en la calle y buscando reales.
La modalidad de “estafa del amor”, a través de la cual delincuentes se aprovechan de la identidad de personalidades públicas para cometer sus fechorías, no es nueva.
Han sido reportados casos donde se usurpa la identidad de soldados, médicos o celebridades para engañar a víctimas incautas.
Sin embargo, el caso de la nicaragüense Sandy Somarriba ha llamado la atención por involucrar a un ícono de la música latinoamericana, evidenciando cómo los estafadores adaptan sus métodos a figuras de gran reconocimiento y afecto entre el público.