Kaho Shibuya, una exestrella porno japonesa que participó en 750 producciones de videos para adultos durante tres años, y que ahora se dedica al streaming, está liderando una lucha contra la industria.
La actriz demandó a la firma de edición, el director y el camarógrafo de una grabación porno que se remonta a 2016, y cuyo material original sin censura descubrió en páginas web.
La legislación japonesa estipula que el contenido explícitamente pornográfico debe estar pixelado en áreas específicas, entre ellas los genitales, y el contenido sin censura es ilegal en el país.
En una conferencia este jueves para exponer su caso en el Club de Corresponsales Extranjeros de Japón, en Tokio, Shibuya explicó que no se arrepiente de sus días en esa industria pero no quiere verse involucrada en ilegalidades.
«Hay gente que ha estado haciendo dinero de forma ilegal con contenido no licenciado en Japón y sin el consentimiento de los actores. Las productoras tienen la responsabilidad legal de mantener seguro el contenido sin editar y que no se filtre», dijo la japonesa, que busca que su caso siente precedente judicial.
Shibuya quiere que se castigue a los responsables para que la situación no se repita y exponer con una victoria las pérdidas pecuniarias que un caso como el suyo podrían acarrear a estas empresas.
Cuanto mayor sea la compensación más se asegurarán las productoras de que esto no suceda en el futuro, expuso.
«Sé que esto le ha pasado a otros. Ninguno ha emprendido acciones legales, bien porque siguen en la industria, vinculados a una agencia, o porque se han retirado y quieren empezar una vida nueva», explicó la japonesa.
La japonesa escribió el libro titulado “La industria japonesa del porno desenmascarada”, con el que busca poner al descubierto los entresijos del negocio y servir, además, como guía para gente interesada en sumergirse en él.
«Ya vayas a dedicarte a ello sólo una vez, en una cinta, o varios años, como yo, será un estigma de por vida, y tienen que saber lo que se van a encontrar», dijo la actriz retirada del porno desde el 2018.