El Whisky, cuyo significado se traduce como agua de vida, es una bebida alcohólica de alta pureza que se obtiene a través de la destilación de la malta fermentada de cereales de cebada, trigo o maíz que luego se envejece en barriles de roble blanco.
Al ingerirla con moderación y sin aditivos es excelente para nuestro organismo ya que contiene antioxidantes como el etanol que mantienen la salud del cerebro y mejora la memoria a corto y largo plazo.
Otro antioxidante presente en el Whisky es el ácido elágico que tiene la grandiosa propiedad de destruir células cancerígenas por lo que su consumo periódico ayuda a prevenir el desarrollo de muchos tipos de cáncer.
Sirve para bajar de peso
Por si fuera poco el Whisky puro ayuda a quemar las grasas del cuerpo pues contiene alcoholes de cadenas largas que permiten a nuestro organismo generar calor y quemar las grasas. Además contiene solamente 0.04 gramos de carbohidratos de carbono en forma de azúcar por cada 1.5 onzas por lo que es una bebida que no engorda.
Su consumo moderado y controlado reduce en un 50% las probabilidades de padecer demencia senil o derrames cerebrales y se calcula que reduce el riesgo de diabetes en hasta un 30%.
Combate el Stress
El hecho de tomarse una copa de Whisky en un lugar relajado en compañía de buenos amigos es una de las terapias anti-stress que se ha usado desde hace siglos para alejarse de los problemas cotidianos ayudando a la salud física y mental de los seres humanos.
En las comidas
Los científicos han comprobado que consumir moderadamente alcoholes saturados como el Whisky antes de las comidas ayuda a producir más enzimas intestinales preparado a nuestro estómago para tener una digestión más eficiente y completa; evitando problemas como las úlceras y la gastritis.
Hay un detalle sí; debemos consumir Whisky de calidad por lo que debemos de comprar las marcas más conocidas y antiguas. Además SOLO se debe añadir gotitas de agua pura y un par de cubos de hielo y jamás bebidas dulces, gaseosas o jugos.