Investigadores ingleses alertan a la población, ya que a través de un nuevo estudio en donde analizaron a 700 adultos con presión arterial alta, descubrieron que cenar después de las 7pm aumenta el riesgo de sufrir un ataque al corazón.
El estudio examinó en los voluntarios que tipo de alimentos consumían, la cantidad de sal que comían, y sus horarios habituales de alimentación.
La investigación encontró que el consumo a altas horas de la coche de la cena tuvo el impacto más significativo en la presión arterial, entre más tarde más dañó causaba.
Los expertos describieron que cenar dos horas antes de ir a dormir provoca los mismos riesgos que consumir una dieta alta en sal.
El estudio se presentó en el European Society of Cardiology Congress, que se llevó a cabo en Roma, Italia. Los especialistas aseguraron que los horarios de las comidas son tan importantes como lo que se come.
Una dieta saludable debe tener un buen desayuno, una comida balanceada y una cena muy ligera que no debe consumirse después de las 19:00 horas.
El estudio encontró que los que cenan muy tarde alimentos pesados, son casi dos veces más propensos de sufrir hipertensión no-dipper, que es cuando la presión se resiste a bajar adecuadamente durante la noche.
Las pruebas arrojaron, además, que comer tarde deja al cuerpo en estado de «alerta máxima», lo que provoca la producción de las hormonas del estrés, como la adrenalina, mientras que también podría interrumpir los ritmos circadianos.
El Dr. Ebru Özpelit, profesor asociado de cardiología de la Dokuz Eylül University, en Turquía, explicó como la vida moderna fue animando a la gente a tener hábitos alimentarios «erráticas» que con el tiempo pueden causar grandes daños.
En su intervención en el European Society of Cardiology Congress dijo que el cuerpo no fue diseñado para hacer frente a muchos aspectos de la vida moderna.
«Con el advenimiento de la iluminación artificial asequible y la industrialización, los humanos modernos comenzaron a experimentar horas prolongadas de iluminación de cada día, lo que hizo que los horarios de la comida también se prolongaran».
Estudios previos han relacionado el cenar tarde con un mayor riesgo de obesidad y de resistencia a la insulina, que puede conducir a la diabetes.