En la iglesia evangélica «Sendas de Amor», ubicada en el barrio Memorial Sandino, de Managua, se llevó a cabo un emotivo culto de acción de gracias en honor a la vida de Karely Sánchez Ruiz, de 18 años.
Ella, junto a cinco amigos, perdió la vida en un trágico accidente de tránsito cerca del aeropuerto internacional el pasado cinco de mayo.
El pastor Nelson Laguna destacó la importancia de reflexionar sobre la fugacidad de la vida, recordando al pueblo nicaragüense, a los familiares afligidos y a los amigos de Karely, la brevedad de nuestra existencia.
Afirmó que, a pesar de la juventud y la fortaleza, la vida es frágil y que todos nos encontraremos con nuestro creador en algún momento.
Instó a todos a amar, perdonar y vivir plenamente para estar preparados para el encuentro con el Señor y encontrar paz en nuestros corazones.
Karely, una joven dedicada y estudiante de segundo año en la universidad, miembro del Ministerio de Alabanza, dejó un legado imborrable en sus seres queridos, amigos y compañeros de clase.
Su partida ha dejado un vacío que solo el amor divino puede colmar. El pastor resaltó que el culto no celebró la muerte de Karely, sino su vida ejemplar y su devoción a Dios.
La madre de Karely, doña Jennifer Ruiz, expresó su gratitud a Dios en medio del dolor, destacando el legado de fe y adoración que su hija ha dejado. Instó a otros a buscar a Dios, congregarse y esforzarse por ser mejores personas.
Durante la emotiva ceremonia, una mesa decorada con un mantel blanco albergaba fotografías de Karely, mientras que en los extremos se colocaron flores de tulipán en tonos amarillo intenso y rosa.
Este culto de acción de gracias no solo honró la memoria de Karely, sino que también sirvió como un recordatorio de la importancia de la fe, el amor y la unidad en tiempos de pérdida.
