Este domingo 27 de diciembre se cumplen 41 años de la audaz acción ejecutada por el Comando «Juan José Quezada» en la casa del ministro somocista José María Castillo Quant.
Con este asalto el FSLN rompió el período de acumulación de fuerzas en silencio y pasó a la ofensiva política y militar que llevó al triunfo de la Revolución Popular Sandinista en 1979.
La noche del 27 de septiembre de 1974, un grupo guerrillero del Frente Sandinista tomó como rehenes a todos los invitados a una fiesta de fin de año, que se celebraba con la presencia del embajador norteamericano de esa época, políticos y ministros del dictador, en la casa del funcionario al servicio del dictador Anastasio Somoza Debayle.
El comando que llevó a cabo la acción estaba integrado por el ex jefe del Ejército de Nicaragua, General en retiro Moisés Omar Halleslevens, Leticia Herrera, Hilario Sánchez, Javier Carrión, Joaquín Cuadra, Alberto Ríos, Róger Deshon, Eduardo Contreras, Germán Pomares, Hugo Torres, Olga Avilés, Eleonora Rocha y Félix Pedro Picado.
Con esa hazaña, el Frente Sandinista consiguió la liberación de todos los presos políticos, entre quienes estaban los compañeros José Benito Escobar, Manuel Rivas Vallecillo, Jacinto Suárez Espinoza, Lenin Cerna, , Julián Roque Cuadra, los tres hermanos Núñez, Adrián Molina, Carlos Arguello Pravia y el actual presidente y comandante Daniel Ortega Saavedra.
Además, con esa acción se alcanzó una gran resonancia política nacional e internacional, y se aceleraron las condiciones de descomposición del régimen somocista y el desarrollo del Frente Sandinista de Liberación Nacional.
Al recordar la gesta, el compañero Jacinto Suárez, uno de los rescatados por el comando guerrillero, dijo que Somoza quiso matar a la gente que estaba dentro de la casa de Chema Castillo, y hasta llamaron al Cardenal Miguel Obando para decirle lo que iban hacer para que lo avalara, pero que él se alejó de una acción de ese tipo.
Jacinto Suárez señaló que quien frenó el ímpetu de Somoza, fue una hermana que tenía a su marido dentro de la casa, Guillermo Sevilla Sacasa.
“Si uno saca la distancia entre diciembre de 1974 hasta1978 en que estalla la insurrección, son cuatro años, y en la historia es un plazo sumamente breve, pero fueron muy intensos para que se pasara a la etapa final de la insurrección”, precisó el revolucionario nicaragüense.