Durante el embarazo las hormonas hacen que la mujer experimente cambios radicales internos y externos en su cuerpo.
Entre los cambios más visibles, está el del aumento del abdomen por el crecimiento del útero. Pero muchas mujeres embarazadas también notan cambios sustanciales en su pecho.
Los principales cambios en el pecho de la embarazada, tienen que ver con el tamaño, pero también por dentro se están preparando para la lactancia materna.
La mayoría de mujeres aumenta entre dos o tres tallas durante la gestación (luego con la lactancia materna eso se mantiene).
Además, las embarazadas notarán que aparece la segunda areola del pezón (la areola que nosotros teníamos se hace muchísimo más grande), y aparecen una serie de venas, que se ve claramente que es la red venosa de Haller, para alimentar al pecho para que fabrique la leche materna.
El pecho se prepara para la que será su gran misión: alimentar al bebé.
De ahí que cambie su aspecto interno y externo. La areola se oscurece porque así el bebé podrá enfocarla y localizarla con más precisión.
El pecho está durante el embarazo más sensible. La piel, se resiente. Por eso es importante mimarla e hidratarla durante estos meses
Los cuidados que hay que darle al pecho
Sobre todo hay que evitar la aparición de estrías, puesto que al aumentar de tamaño, como pasa en el abdomen, hay que tener la zona bien hidratada.
Pero es importante no echarse nada en los pezones, ni crema hidratante ni ninguna crema especial, puesto que con los pezones no hay que tener ningún tratamiento especial durante la gestación, la mejor forma de ayudarle a tus pezones es tomar abundante agua.