Existen diversas teorías que indican que la predilección de los hombres por mirar el pecho femenino puede tener un origen que va más allá de lo sexual o erótico.
No sólo son rasgo de feminidad y reproducción, los senos son una zona del el cuerpo de la mujer que más miradas cautiva; pero, ¿cuántas veces sucede esto y si son los hombres los únicos que observan este atributo?
En un día aproximadamente los pechos reciben unas 37 miradas, algunas furtivas otras de forma directa.
Esta cifra surge como resultado de una campaña lanzada por la empresa Nestlé; con la que se busca concientizar a la población femenina del valor que tiene mirar esta zona de su cuerpo para prevenir el cáncer de mama.
De acuerdo a un estudio realizado por la experta Cindy Meston, de la Universidad de Texas, el 82% de las mujeres se excitan más si sus pechos son estimulados, y cerca del 60% pide a su pareja tocar la zona de los pezones.
Existen diversas teorías que indican que la predilección de los hombres por mirar el pecho femenino puede tener un origen que va más allá de lo sexual o erótico.
1. ¡Parte de la evolución! Los pechos son una señal para el hombre de que una mujer se encuentra en buen estado de salud y por lo tanto está capacitada para procrear y criar hijos. Esto se debe a que los humanos son el único primate al que le crece los senos en la pubertad, y no sólo durante el embarazo. Así lo afirma un estudio elaborado por científicos de la Universidad de Wellington.
2. Parte de nuestro crecimiento. Los neurocientíficos Larry Young y Brian Alexander, afirman que la obsesión de los hombres por los pechos se relaciona con los mecanismos cerebrales que promueven el poderoso vínculo entre una madre y su hijo.
3. ¡Las culpables son las hormonas! Cuando una mujer da a luz, el recién nacido se dedicará a realizar elaboradas manipulaciones de los pechos de su madre. Esta estimulación envía señales al cerebro que desencadenan la liberación de un neurotransmisor llamado oxitocina.
Ya sea un acto que proceda de un mecanismo biológico o por simple gusto erótico, no se debe olvidar que toda mujer merece respeto.