Luego de muchos estudios científicos se podría decir que la inexperiencia, los complejos físicos y los tabús sexuales hacen que se pasen sus mejores años fingiendo en la cama.
De hecho, una quinta parte de las mujeres menores de treinta afirma fingir habitualmente en la cama en comparación con el 7% de las mayores de cuarenta años. Y es que a medida que cumplimos más años, los orgasmos femeninos son mejores y más recurrentes.
Así lo afirma un estudio realizado por la investigadora estadounidense Debby Herbenick de cuyos datos se desprende que no siempre son ciertos los refranes del tipo “cualquier tiempo pasado fue mejor” o “juventud divino tesoro”.
Los resultados indican que el 61% de las mujeres entre 18 y 24 años llegó al clímax la última vez que tuvo una relación sexual, por un 65% de las que superan la treintena, mientras que un porcentaje todavía mayor, concretamente un 70%, había alcanzado un orgasmo a los 40 y 50 años.
En este sentido, los sexólogos sostienen que la plenitud de las experiencias sexuales aparece a partir de los 40 años, cuando se goza de una mayor experiencia, creatividad y libertad.
Las mujeres saben mejor lo que quieren y tienen una mayor confianza en sí mismas al llegar a esta edad, siendo entonces cuando la cama se convierte en un lugar más divertido a partir de los cuarenta años. Además, las mujeres de esta edad disfrutan mejor del sexo que en cualquier otra etapa de sus vidas, pues es cuando alcanzan “confianza sexual” y se muestran menos cohibidas.
De hecho la impulsividad y la pasión incontrolada de la juventud es lo que, en ocasiones, dificulta un buen coito. En cambio, con los años se disfruta más el momento al ser todo más lento e intenso y al haber más ternura.
Y la confianza y la fortaleza de la relación son otros aspectos que cobran especial importancia en las relaciones sexuales, ya que nos ’soltamos’ más cuando conocemos mejor al otro.