La masturbación femenina es uno de los temas que menos hablan las mujeres. Y aunque parezca increíble, muchas ni siquiera saben cómo hacerlo.
Pudor, vergüenza, sentirse ridículas o preguntarse “para qué” son algunas de las razones que pueden llevar a más de alguna a probar poco o a ni siquiera intentarlo.
En cuanto a las “técnicas”, hay varias y la mayoría de ellas se centran en la estimulación del clítoris y la vagina.
La forma más típica
Por lo general se realiza con la mano completa o sólo con los dedos, para frotar, acariciar y/o presionar el clítoris.
1. Siempre hay un lado más sensible que el otro. Masajea el clítoris primero del lado derecho y luego del lado izquierdo, para que descubras cuál es la zona más erógena.
2. Se puede empezar acariciando los pezones a la vez que se presiona el pubis, y se imprimen movimientos hacia arriba y hacia abajo en la zona del Monte de Venus.
3. Puedes frotar con la palma de una mano el clítoris e insertar los dedos de la otra mano en la vagina.
4. Rodear el clítoris entre el índice y el pulgar.
5. Utiliza un lubricante especial o aceite y haciendo círculos, masajea el clítoris con dos dedos hasta que se ponga erecto.
6. Puedes usar (si quieres) un vibrador o consolador cerca del clítoris, nunca sobre él.
7. Utiliza el agua para darte placer. En la ducha selecciona un chorro regular de agua, puedes alternar temperaturas frías o calientes para descubrir qué te da más placer, y deja que el agua caiga directamente en el clítoris. También puedes utilizar algún gel lubricante y acariciarte el clítoris y la vagina.
Otras formas:
1. Comienza tocando el área vaginal. Conforme te vas excitando acaricia la zona arriba del clítoris con tus dedos. Termina alcanzando el clímax con un movimiento rítmico sobre el capuchón del clítoris. No olvides que con la otra mano puedes acariciar tus pechos u otra parte del cuerpo.
2. Con tus dedos puedes frotar alrededor de la base del clítoris. Al acercarse el orgasmo, mueve circularmente tus dedos en la parte superior del mismo. Puedes alternar tus manos para que no te canses. Aprovecha y acaricia el resto de tu cuerpo con la mano que te queda libre.
3. Humedece uno de tus dedos y juega con él por tu toda tu área genital. Introdúcelo en tu vagina y busca el punto G, que se encuentra en la pared vaginal que está situada detrás del vello púbico, a 1 ó 2 centímetros de la entrada de la vagina. Pasa el dedo por tu clítoris y los labios mayores. Con la otra mano puedes separar los labios o tirarlos hacia atrás para que haya una ligera tensión en el clítoris.
4. Una de tus manos mantiene los labios vaginales abiertos y dos dedos de la otra mano frotan el clítoris. Puedes hacer movimientos hacia arriba y abajo, y movimientos circulares. Mantén las piernas cerradas.
5. Acuéstate sobre la espalda con las piernas semiabiertas. Con dos dedos juntos acaricia el clítoris con movimientos cortos. Al estar cerca del orgasmo abre las piernas y eleva la pelvis (despega tus nalgas del la superficie).
6. Introduce un dedo profundamente en la vagina y con el dedo pulgar mantén en contacto el clítoris. Empuja todo tu cuerpo hacia arriba, mientras te masturbas.
7. Utiliza la palma de tu mano para colocarla arriba del clítoris e inserta los dedos en la vagina. Acaríciate con masajes suaves.
8. Acaricia la abertura vaginal, luego introduce dos o tres dedos. Con la palma de la mano da ligeros golpes suaves sobre el clítoris. Tus piernas deben estar cerradas en esta técnica.
9. Mastúrbate boca abajo con las piernas abiertas. Estimula el clítoris fuertemente con movimientos hacia arriba y hacia abajo. La otra mano puede acariciar tus pechos. Debes mover todo tu cuerpo, hacia arriba y hacia abajo y en movimientos circulares. Cuando llegue el orgasmo cierra las piernas y levanta tu cuerpo.
10. Haz un bulto con ropa o almohadas y acuéstate sobre el boca abajo, de modo que este bulto haga presión sobre tu clítoris. Mueve tus caderas circularmente o hacia arriba y abajo hasta que alcances el clímax. Tus piernas pueden estar abiertas o cerradas. Cuando hayas alcanzado el orgasmo introduce tus dedos en la vagina para que sientas las contracciones, lo cual es muy agradable.