Un terremoto de magnitud 7,6 grados golpeó este lunes la prefectura de Ishikawa, en el litoral occidental del centro de Japón, que obligó a activar una alerta por tsunami en buena parte del archipiélago.
Imágenes difundidas por la televisión nipona o en redes sociales mostraron la gran fuerza del temblor y el poder destructivo del mismo, especialmente en la localidad de Wajima (unos 500 kilómetros al oeste de Tokio), donde se han registrado al parecer los daños más graves.
En esta urbe de unos 27 mil habitantes al menos unas 30 viviendas sufrieron graves daños, dejando al menos a seis personas sepultadas bajo los escombros, y un edificio se derrumbó. El temblor provocó además un gran incendio en esta localidad.
Japón es una nación extremadamente propensa a los terremotos. En marzo de 2011, un gran terremoto y un tsunami provocaron fusiones en una planta nuclear. La última advertencia fue la primera vez desde el desastre de 2011 que se emitió una advertencia de tsunami de esta magnitud.
El portavoz del gobierno, Hayashi, dijo que las plantas nucleares en el área afectada no tuvieron ninguna irregularidad. Los reguladores nucleares dijeron que no se detectaron aumentos en los niveles de radiación en los puestos de monitoreo de la región.
