Los terremotos que afectaron a Japón y Ecuador entre los pasados jueves y sábado, carecen de conexión entre sí, ni existe evidencia de que anuncien un periodo de sismicidad, indicaron expertos chinos.
Los dos terremotos ocurridos en Japón y el de Ecuador, países localizados en puntos equidistantes en el Anillo de Fuego del Pacífico, no rebasan el rango habitual, afirmó Xu Deshi, experto de la Administración China de Sismos.
Recordó que 90 por ciento de los movimientos telúricos más fuertes en el mundo ocurren en el llamado Anillo de Fuego, el cual siempre se encuentra activo.
Hablando en cifras, suceden de 17 a 20 sismos superiores a los siete grados cada año, por lo que los movimientos en ambos países están dentro de lo habitual, insistió.
Sun Shihong, experto del Centro Chino de la Red de Sismos, apoyó a su colega y dijo que es normal que sucedan fuertes terremotos en un corto lapso y luego siga un periodo de calma.
Ambos sismólogos coincidieron en sus declaraciones a Global Times que tampoco hay evidencia de que los sismos en Japón y Ecuador tengan algún tipo de relación.
No hay forma de indicar por adelantado que un determinado sismo provocará otro y que este generará un tercero, añadió por su parte el experto Robert Geller consultado por el rotativo chino sobre el mismo tema.
Empero, reconoció que después de un gran sismo, la probabilidad de otros sí aumenta por un cierto tiempo.