Anna Mielewczyk vivió el peor momento de su vida luego que un taladro giratorio se enredara en su cabello y le arrancara una oreja en la empresa donde trabaja, en Reino Unido.
“No pude alcanzar la manija para apagarlo y comencé a escuchar el horrible sonido de mi piel siendo arrancada de mi cabeza, como una cinta que se quita de la piel”, cuenta.
El incidente, que ocurrió el 10 de septiembre de 2019 en una empresa del condado de inglés de West Midlands, hizo que la empleada se sometiera a nueve cirugías y, finalmente, a la amputación de la oreja.
La investigación reveló que las partes giratorias del taladro no estaban protegidas de acuerdo con la práctica estándar de la industria, por lo que recientemente a la empresa le fue impuesta una multa de 62,334 libras.