Otra de las 39 personas halladas entre un camión en San Antonio falleció hoy en el hospital con lo que aumenta a 10 el número de muertos, según autoridades federales.
En el vehículo viajaban alrededor de un centenar de personas, de acuerdo con los primeros testimonios de los supervivientes. Ocho fueron halladas sin vida en el vehículo, y otras 30 fueron rescatadas.
El resto podría haber escapado antes de la llegada de la policía. Los supervivientes se han identificado como mexicanos, siempre según el testimonio de Homan. Cuatro de ellos tienen entre 10 y 17 años; al menos uno de estos menores de edad está en estado crítico.
Una persona salió en la noche del sábado del camión, aparcado junto a un centro comercial Walmart, y se acercó a un empleado implorándole un poco de agua. Cuando llegó la policía, descubrió en el interior del vehículo a ocho personas muertas y otras 20 en estado crítico, deshidratados y afectados por el calor extremo tras un viaje que las autoridades relacionan con las redes que introducen de forma ilegal inmigrantes desde México.
El Departamento de Seguridad Nacional, del que depende el Servicio de Control de Inmigración, se ha hecho cargo de la investigación. El sospechoso detenido, James Mathew Bradley Jr., de 60 años, de Clearwater, Florida se presentó hoy en corte federal.
La temperatura el sábado en San Antonio superó los 100 grados, y no bajó de 90 hasta después de las diez de la noche.
En el camión no había aire acondicionado ni agua, según han explicado en una rueda de prensa conjunta el jefe de policía de San Antonio, William McManus, y el de bomberos, Charles Hood.