Peter Sullivan, de 68 años, escuchó emocionado desde la prisión de Wakefield (norte de Inglaterra) la decisión del Tribunal de Apelaciones de Reino Unido que lo exime del asesinato de Diane Sindall, una camarera de 21 años que fue sometida a una agresión sexual en la localidad de Birkenhead, junto a Liverpool, en 1986.

Según sus abogados, Sullivan es víctima del error judicial más prolongado que haya involucrado a un prisionero vivo en la historia del Reino Unido.
«Perdí mi libertad hace cuatro décadas por un delito que no cometí. Lo que me ocurrió estuvo muy mal, pero no quita que lo que sucedió fue una atroz y la terrible pérdida de una vida», dijo Sullivan en un comunicado leído por su abogado a las puertas del tribunal, en el que confesó que no estaba ni «enfadado» ni «resentido».
Un portavoz de la Policía de Merseyside, la encargada de reabrir la investigación en 2023, sostuvo que cuando ocurrió el suceso, la investigación del ADN estaba en sus inicios y que el equipo original no pudo contar con esa tecnología.
Durante la vista, la Fiscalía sostuvo que la nueva prueba de ADN era «suficiente para poner en duda la seguridad de la condena», que era de cadena perpetua con una pena mínima de 16 años, después de que Sullivan recurriera la pena por tercera vez y 17 años después de su primer intento, que tuvo lugar en 2008.