La niña migrante que murió ahogada junto a su padre, en el Río Bravo, pensó que su papá estaba jugando y se tiró al agua, es parte del desgarrador relato de la mujer que vio cómo su hija y esposo eran arrastrados por la corriente.
La atribulada esposa relató que al llegar a la orilla del río, Óscar tomó a Valeria entre sus brazos y logró cruzar a la altura de Brownsville, Texas.
Dejó a la niña de un año y 11 meses en territorio estadounidense y regresó nadando por su esposa; sin embargo, la pequeña pensó que estaba jugando y se lanzó de nuevo al agua tras su padre.
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Sin pensarlo dos veces, Óscar regresó de inmediato y la sujetó, pero la corriente los arrastró.
Tania logró ser rescatada luego de que residentes locales la sacaran del río alertados por sus gritos de desesperación y dolor.
De inmediato solicitó a las autoridades locales iniciar la búsqueda de su esposo e hija pero no fue hasta el día siguiente que los cuerpos fueron encontrados decenas de metros río abajo.
La familia era originaria de El Salvador, y según allegados, Oscar Alberto Martínez Ramírez había pasado 2 meses junto a su esposa y su pequeña aguantando las extremas temperaturas del verano en Tamaulipas, esperando poder presentar una solicitud de asilo, en Estados Unidos.
La imagen de Oscar y su pequeña Valeria, ahogados y abrazados ha provocado un sinnúmero de críticas a las políticas anti-inmigratorias del Gobierno de Donald Trump, que provocaron la desesperación del padre salvadoreño tras el endurecimiento de las leyes de asilo en EEUU.