Sara Yolima Salazar, de tres años, murió en un hospital en el municipio de Armero-Guayabal, en el departamento de Tolima (Colombia), tras ser torturada y abusada sexualmente, según información policial.
Una mujer llegó el sábado pasado al Hospital Nelson Restrepo con la menor y pidió que la atendieran de emergencia por un golpe que recibió en la cabeza, asegurando que se trató de un accidente.
Tras revisar a la menor, los médicos notaron que tenía varias heridas de gravedad, evidencias de tortura y signos de abuso sexual.
El reporte médico reveló que la menor ingresó al hospital con un trauma craneoencefálico severo, heridas múltiples en pecho y espalda, también amputación de la punta del dedo anular izquierdo, levantamiento de la uña del dedo corazón de su mano derecha, un brazo partido, evidencias de abuso vaginal y anal, al igual que desnutrición avanzada, según indica el diario colombiano El Universal.
Las autoridades presumen que los cuidadores de Sara están detrás del abuso, ya que la mujer que dijo ser su cuidadora se desapareció del lugar.
Cristina Plazas, la directora del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar condenó el crimen y dijo que el hecho era aberrante, y ratificó su propuesta de cadena perpetua para los abusadores de niños.