En lo que va de este sábado más de 120 personas han sido detenidas durante los enfrentamientos entre autoridades y ciudadanos que reclaman la subida de los precios del combustible.
Medios locales estiman que más de 36 mil personas de los llamados “chalecos amarillos” participan en la tercera jornada de protestas.
Las fuerzas de seguridad francesas habían dispersado a los manifestantes con gases lacrimógenos al inicio de la jornada. Pero las miles de personas volvieron a tomarse la ciudad más tarde, quemando vehículos en distintos puntos.
Los «chalecos amarillos» visten esta prenda obligatoria en carretera y reclaman principalmente la suspensión del alza de impuestos a la gasolina y el diésel.
Emmanuel Macron está en Buenos Aires, Argentina, por la cumbre de “líderes globales”, pero en Francia continúa la crisis desatada por el precio del combustible.