La iniciativa anunciada por el alcalde de Miami Beach Philip Levine, luego del atentado en Las Ramblas de Barcelona y el suburbio de Cambrils del pasado 17 de agosto que dejó 13 muertos y 131 heridos, intentará evitar que ataques similares puedan ser perpetrados en la ciudad de Miami Beach.
Según datos compartidos por el gobernador Rick Scott, el estado de la Florida recibió 112.8 millones de turistas en 2016, mientras que el archipiélago costero reconocido a nivel mundial por sus playas, vida nocturna y arquitectura Art Decó le da la bienvenida cada año a unos 15 millones de personas en promedio.
Con turistas provenientes de todas partes del mundo, la ciudad de Miami Beach es al igual que París, Londres y Barcelona, un destino que independientemente de su ubicación geográfica al otro lado del Atlántico, podría convertirse en otro lamentable escenario para un atentado sobre ruedas de bajo costo como los que han inundado Europa en los últimos meses.
Es por eso que el alcalde Levine decidió no perder tiempo en instalar barreras protectoras de hormigón en los principales accesos peatonales a paseos turísticos como Lincoln Road y Española Way, similares en concepción a Las Ramblas de Barcelona pero de menor extensión y sin los dos carriles paralelos destinados al tránsito vehicular.
Las resistentes barreras permitirán que cualquier intento de ingresar con un vehículo a toda velocidad por la calzada peatonal tal como sucedió en España y lo que tomó completamente desprevenidos a cientos de personas que se encontraban allí sea frustrado desde avenidas como Alton Road al oeste o Washington Avenue más cerca de la playa.