Harvey ha tocado tierra por primera vez en la costa sureste de Luisiana, lo que equivale a la tercera vez que el fenómeno meteorológico golpea el territorio estadounidense. Luego de que azotara a Texas con vientos de hasta 200 km/h, oleajes de hasta 3,7 metros e inundaciones, Harvey llega al estado vecino con malos pronósticos.
«Lo peor está por venir para Luisiana», advirtió el martes el gobernador de este estado, John Bel Edwards, aconsejando a los residentes a que «se preparen y oren».
Durante su paso de huracán a tormenta tropical, el desastre natural provocó numerosos daños materiales y al menos 30 víctimas mortales en Texas. Se esperan lluvias torrenciales al norte y oeste de Luisiana, pero se estima que Harvey se reducirá a una depresión tropical durante la madrugada de este miércoles (hora local).