La policía de Charleston, California del Sur, capturó al empleado de limpieza de un restaurante que le disparó a un chef, su compañero de trabajo, y tomó a varias personas como rehenes este jueves.
Luego de varias horas de negociaciones con la policía, agentes de seguridad lograron herirlo y detenerlo para poner en libertad a sus prisioneros.
El alcalde John Tecklenburg dijo en conferencia de prensa que el incidente no fue un acto racista ni terrorista, y que el chef atacado murió por las heridas en un hospital de la zona.
Testigos dijeron que un hombre salió de la cocina del restaurante con una pistola en la mano, dijo que había un nuevo jefe en la ciudad y les ordenó a todos que salieran.