Influencer de OnlyFans enfrenta veto en Airbnb tras polémico evento

Lily Phillips, influencer de OnlyFans, está en el centro de la controversia tras un evento realizado en una propiedad de Airbnb que podría costarle su acceso permanente a la plataforma.

En un caso que ha despertado un amplio debate, la joven de 23 años organizó un encuentro multitudinario que incluyó a 100 personas en un apartamento de lujo en Londres, infringiendo varias normas del servicio de alquiler.

El evento y sus implicaciones

La reunión tuvo lugar en un elegante apartamento de época victoriana, ubicado en un barrio exclusivo de Londres y valorado en 1.9 millones de dólares. Phillips utilizó el espacio para una sesión de contenido dirigido a sus seguidores de OnlyFans, durante la cual se excedió el límite de ocupantes permitido y se realizaron actividades no autorizadas que generaron tensión en la comunidad.

El anfitrión inicialmente describió a Phillips como una «huésped ejemplar», ya que no hubo reportes de comportamientos disruptivos durante su estadía. Sin embargo, después de que salieran a la luz detalles del evento, el propietario manifestó su indignación por el uso indebido del inmueble.

Las normas de Airbnb bajo la lupa

Airbnb establece reglas estrictas para proteger tanto a anfitriones como a comunidades locales. Algunas de estas políticas incluyen:

  • Prohibición de actividades comerciales como la creación de contenido sexual.
  • Límites en la cantidad de personas permitidas en las propiedades.
  • Prohibición de eventos que alteren la tranquilidad del vecindario.

La plataforma cuenta con mecanismos para sancionar a los usuarios que violen estas normativas, incluida la posibilidad de suspensión o vetos permanentes. Este caso podría derivar en una decisión ejemplarizante por parte de la empresa.

Repercusiones y debate social

El incidente ha dividido a la opinión pública. Por un lado, algunos usuarios consideran que Phillips simplemente utilizó el espacio para fines profesionales, argumentando que Airbnb debería adaptarse a las nuevas formas de trabajo en la economía digital. Por otro lado, hay quienes condenan su acción como una falta de respeto hacia las normas y los anfitriones.

El caso también pone en evidencia los desafíos de plataformas como Airbnb para supervisar el uso de las propiedades que ofrecen. Aunque la empresa no ha emitido declaraciones específicas sobre Phillips, ha reforzado su compromiso de proteger la confianza y seguridad de su comunidad.

Un precedente en la economía compartida

Este episodio no es aislado. Airbnb ha tenido que enfrentar situaciones similares en el pasado, lo que ha llevado a la implementación de medidas como la verificación de antecedentes y restricciones en el uso de sus propiedades. Sin embargo, el creciente uso de estos espacios para actividades no convencionales plantea interrogantes sobre el futuro de las plataformas de economía compartida.

Mientras Airbnb evalúa posibles sanciones, el caso de Lily Phillips podría marcar un punto de inflexión en cómo se regulan los usos comerciales de las propiedades alquiladas. Al mismo tiempo, destaca la necesidad de equilibrar las libertades de los usuarios con los derechos de los anfitriones y las comunidades locales.

Si te gustó, comparte