26 días después de dar a luz, la enfermera brasileña Rusia Goes, finalmente pudo conocer a su bebé, a quien tuvo cuando batallaba contra el COVID-19.
Goes, de 42 años, tuvo a su pequeña Luisa en abril mientras estaba inconsciente y respiraba por un tubo de ventilación.
“Sólo Dios sabe cuánto extrañé a esa pequeña, que había estado dentro de mí, y de repente fue sacada por todo esto”, dijo en una entrevista.
Goes es una de al menos 374.000 brasileños infectados por el virus, ahora el segundo mayor brote del mundo detrás del de Estados Unidos.
Leer también: Muere yogui que afirmaba llevar 80 años sin comer ni beber, en India
Aunque normalmente trabaja como enfermera en una unidad de cuidados intensivos neonatales, Goes se quedó en casa una vez que comenzó el brote de coronavirus, pero su marido, Ednaldo Goes, sospecha que pudo haberle transmitido el virus mientras seguía saliendo a trabajar y a comprar para la familia.
Cuando Rusia Goes se internó en un hospital de Río de Janeiro con dificultad para respirar y otros síntomas de COVID-19, estaba comenzando el octavo mes de su embarazo.
Los médicos recomendaron un parto prematuro por cesárea para tratar mejor el estado de la madre.
Leer también: Falleció el gran artista nicaragüense Otto de La Rocha
La bebé dio negativo para el virus y fue separada de Goes, quien fue transferida a otro hospital cuando su condición empeoró.
La batalla contra la enfermedad respiratoria fue dura y “muy dolorosa”, dijo, pero lentamente pudo recuperarse. Conoció a su hija Luisa virtualmente, a través de un enlace de video con su marido y el bebé en otro hospital.