Las autoridades de la Florida se preparan para la llegada del poderoso huracán Irma, prevista para este viernes, unas tareas que el gobernador del estado, Rick Scott, quiere facilitar con el despliegue de cientos de miembros de la Guardia Nacional y la suspensión del cobro de peajes para aligerar la evacuación.
“El huracán Irma es más grande, más fuerte y más rápida que Andrew», afirmó en referencia al ciclón que azotó la Florida en 1992, el más dañino en la historia reciente de la península.
El Centro Nacional de Huracanes (NHC) indicó que Irma es un ciclón «potencialmente catastrófico» de categoría 5, la máxima intensidad, con vientos máximos sostenidos de 185 millas por hora (295 kilómetros por hora).
La previsión del NHC apunta a que el ojo del huracán podría situarse este fin de semana en el Estrecho de Florida, sobre los cayos, en el extremo sur del estado.
Además, las autoridades advierten de que mientras que se abastece a las tiendas con agua y otros productos de emergencia es «importante» que los ciudadanos compren «solo aquello que cada familia necesita para estar preparada».
Además, el estado está realizando un seguimiento de las necesidades de combustible y está en contacto con los proveedores para que sean capaces de abastecer a los ciudadanos.