El estadoundiense Eric Bramwell fue sentenciado a cumplir 22 años de prisión por robarse un control remoto de televisión en Agosto del 2015 en un complejo de apartamentos en Wheaton, Illinois.
En su huída Eric dejó botado un guante que contenía sus huellas de ADN por lo que fue fácil rastrearlo ya que tenía un amplio historial delictivo; razón por la cual fue sentenciado a tantos años de prisión.
El había cometido delitos similares, al robar televisores y controles remotos en varios complejos de viviendas cercanos al sitio del robo.
El juez Robert Miller condenó a este hombre en Noviembre a 6 meses de prisión por usar lenguaje vulgar durante su estadía en la corte.