El enfermero William George Davis, de 37 años, fue declarado culpable de matar a cuatro pacientes inyectándoles aire en las arterias entre los años 2017 y 2018.
Los cuatro hombres asesinados, sufrieron problemas neurológicos inexplicables después de ser sometidos a operaciones de corazón abierto.
Los escáneres realizados a los fallecidos develaron que había aire en el sistema arterial del cerebro de las víctimas.