«El diablo me ha puesto la zancadilla», asegura este religioso al que encontraron en un coche con una menor.
El sacerdote italiano Paolo Glaentzer, arrestado tras ser presuntamente sorprendido cuando trataba de abusar de una niña de 11 años en un coche, ha alegado durante una entrevista que ha concedido al diario Corriere Fiorentino que «el diablo» le puso «una zancadilla».
«Hay simpatía mutua con la niña, cuando me enteré de que tenía 11 años… yo creí que tenía al menos 15», ha explicado el religioso de 70 años, quien ha admitido que «fue una estupidez por mi parte» y ha manifestado que «siento mucho lo que sucedió».
«He cometido un error, lo admito, Nuestro Señor lo considerará, Él es capaz de hacerlo», ha declarado Glaentzer quien, a pesar de haber vivido «muchas situaciones que parecían no tener escapatoria», considera que «quizás esta sea una de las peores», tiene «plena confianza en Jesús y María».
Este caso se suma a otros escándalos recientes, como las acusaciones de pedofilia contra el ‘número tres’ del Vaticano o los abusos sufridos por más de medio millar de niños en el coro dirigido por el hermano del papa Benedicto XVI.