El oficial de policía Adrian Pogmore, de 51, fue sentenciado a un año de prisión tras declararse culpable ante un juez por los cargos de mala conducta en una oficina pública.
Y es que a este peculiar oficial le gustaba espiar en público a las personas cuando tenía sexo utilizando un helicóptero de más de 2 millones de dólares, cuyo costo de operación era de mil dólares por hora.
El juez Peter Kelsen, de una corte de Sheffield, catalogó sus acciones de ofensivas e invasivas y de creerse superior a la ley; tras utilizar un medio que es destinado para combatir el crimen para precisamente cometer uno.
Este hombre realizó las filmaciones entre el año 2007 y el 2012 mientras formaba parte de la Unidad de Soporte Aéreo de la Policía del condado de Yorkshire del Sur, en Inglaterra.
El descarado llegó a filmar a una pareja desnuda, una mujer tomando el sol desnuda junto a sus hijas y hasta una pareja que tenía sexo en el patio de su casa.