8 personas murieron luego que la policía brasileña incursionó en la favela de Cruzeiro, una de las más pobres de Río de Janeiro, donde incautaron armas automáticas, pistolas, granadas y kilos de drogas.
Los operativos fueron ejecutados coordinadamente entre la policía de caminos y la policía militarizada de Brasil en busca de varios criminales que operan en la favela vecina de Jacarezinho.
Las autoridades brasileñas lanzaron una operación denominada «Ciudad Integrada» la cual busca tomar el control de todos los territorios controlados por las pandillas.
El periodista británico Stuart Ramsey, el jefe de corresponsales del portal Sky News, tras una visita a una favela describió a las pandillas como una milicia armada o una organización terrorista, algo que jamás vio en todo el mundo.
Los cuerpos quedaron tendidos sobre las calles tras el operativo policial, que provocó el cierres de todas las escuelas y las clínicas de salud en dicha favela.
La Corte Suprema de Justicia de Brasil autorizó a la policía el uso de fuerza letal solamente en aquellas situaciones por la cual se han agotado los otros recursos de persuasión y cuando sus vidas corren peligro.
El gobierno del presidente Javier Bolsonaro ordenó a las autoridades a perseguir a las bandas criminales sin importar la exposición al peligro de personas inocentes que también habitan en las favelas.