Los ciudadanos británicos Martin Fillery, de 45 años, Plamen Nguyen, de 27, y Ross Winter, de 30, fueron sentenciados a prisión por haber convertido un bunker nuclear en una gigantesca granja de marihuana.
Ellos lograron operar este inmenso complejo durante tres años obteniendo ganancias de unos 10 millones de dólares. Ellos contrataron a 4 jardineros que vivían dentro del bunker y cuidaban el plantío las 24 horas del día. Además robaron casi un millón de dólares en electricidad.
El bunker fue construido en el año de 1985 para albergar a 150 oficiales de alto nivel en caso de una guerra nuclear. Luego fue vendido y convertido por este trío en un complejo industrial para cultivar marihuana que contenía cuartos de secado y viviendas para sus trabajadores.
Gracias a una denuncia anónima la policía británica comenzó a vigilar el lugar logrando incautar, el pasado mes de Febrero, más de 4 mil plantas de marihuana que les generó 4 millones de dólares al año al grupo criminal.
Martin fue sentenciado este viernes por una corte de Salisbury Crown a 8 años de prisión mientras los otros dos a 5 años cada uno.