Tres hombres fueron arrestados el pasado fin de semana en el poblado de Estcourt, en el este de Sudáfrica, tras ser acusados de haber abusado sexualmente y asesinado a una mujer, cuyo cuerpo presentaba señas de haber sido ingerido.
Uno de ellos hasta llegó a entregarse por su propia voluntad a la policía asegurando que ya estaba cansado de comer carne humana. Luego les entregó una pierna y una mano de la víctima y les informó donde hallarían más restos humanos.
Según las autoridades africanas todos los capturados son nyanga, es decir curanderos, y anunciaron una investigación amplia en busca de más víctimas.