Año y medio después del fallecimiento de Sinéad O’Connor, ocurrido el 26 de julio de 2023, han salido a la luz los detalles de su testamento, incluyendo su voluntad sobre su legado musical y la herencia que dejó a sus tres hijos sobrevivientes: Jake (37 años), Roisin (28 años) y Yeshua (17 años).
Según registros sucesorios irlandeses a los que tuvo acceso el diario británico The Sun, el patrimonio de la cantante ascendía a 1,7 millones de libras esterlinas brutas, reduciéndose a 1,4 millones tras saldar deudas y cubrir los gastos funerarios.
Entre sus últimas voluntades, la intérprete de Nothing Compares 2 U expresó su deseo de que sus hijos decidieran sobre la publicación de su música para obtener el máximo beneficio de ella.
Además, dejó escrito que podían disponer de sus cenizas como mejor les pareciera. O’Connor, quien firmó su testamento en 2013, solicitó ser enterrada con vestiduras sacerdotales, una Biblia hebrea y su álbum Theology. También había planeado dejar su colección de vestimentas religiosas a su hijo Shane, quien lamentablemente falleció en enero de 2022 a los 17 años.
La vida de la cantante estuvo marcada por tragedias personales, incluyendo la muerte de Shane, lo que la llevó a cancelar sus conciertos en 2022 para cuidar su salud mental. O’Connor murió a los 56 años a causa de una exacerbación de enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), combinada con asma bronquial e infecciones respiratorias, según documentos presentados por su exesposo John Reynolds, quien fue una figura clave en su vida como su primer marido y amigo cercano.
El legado de Sinéad O’Connor, tanto en su música como en su vida personal, sigue resonando. Su última voluntad refleja un deseo profundo de preservar y dar sentido a su obra, así como de cuidar el futuro de su familia, a quienes dejó no solo su patrimonio, sino también la responsabilidad de mantener viva su memoria artística.