En su visita en Nicaragua, para dar conciertos y jugar futbol en un orfanato en la comarca Veracruz, Corrigan fue llevado por un taxista capitalino a visitar La Chureca, en el barrio Acahualinca.
“Creo que era mi quinto o sexto viaje a Nicaragua en que iba a La Chureca, pero yo mantenía el vidrio arriba para tomar fotos, porque estaba asustado. Ileana la niña que me inspiró, vino al carro, golpeó la ventana, tomó mi mano y me bajó del auto. Me presentó a su familia y fue el inicio de un gran cambio en mi vida”, narró el músico Brad Corrigan.
“Mi definición de pobreza cambió y mi definición de riqueza cambió”, agregó, ya que sus visitas a Nicaragua se volvieron constantes, siempre visitaba a Ileana y a su familia, en algunas ocasiones con amistades y hasta músicos para ayudar a los pobladores del lugar.
Agrega que después de dos años, escuchó que Ileana había sido prostituida en su niñez. “Siempre veía lo bella que era su sonrisa. Entonces pensaba: no puede ser que le hayan pasado estas cosas a ella”, asegura Corrigan, quien luego conoció de su deceso el 8 de febrero del 2011 y que una de sus hermanas también murió por el VIH.
Tras el desenlace fatal, Corrigan, a través de las redes sociales comenzó un movimiento llamado “Ileana’s Smile” (la sonrisa de Ileana), para recordar su sonrisa y que otros niños no sufrieran lo que ella vivió.
En el sitio Kickstarter, el músico de la banda Dispatch, comenzó a trabajar en un documental que superó la meta de financiamiento, en tanto centenares de personas en todo el mundo, se tomaban fotos sosteniendo el retrato de Ileana.
El documental elaborado por Corrigan, será presentado en el festival de cine en Estados Unidos, y luego en Nicaragua.
En tanto su organización sin fines de lucro, Love Light and Melody’, continua con apoyo de un nicaragüense, con el objetivo de luchar contra los efectos de la pobreza infantil.
Corrigan y su equipo, aún siguen viajando a Nicaragua, visitando a los ex habitantes de la Chureca, que ahora con el gobierno sandinista, viven casas dignas en Villa Guadalupe, y a los padres de Ileana, que se trasladaron a Tipitapa.