Durante años Two and a Half Men se posicionó como la comedia favorita de la televisión estadounidense. Una serie que gracias a sus historias y su ajustado elenco, encabezado por Charlie Sheen, se logró posicionar como el programa estrella de la CBS.
Sin embargo, todo empezó a cambiar a partir de una fuerte pelea entre su protagonista y su creador, Chuck Lorre, y que terminó en que la serie ya nunca más fuera la misma: Sheen fue despedido y en su lugar Ashton Kutcher comenzó a liderar el elenco. De ese modo llegarían a doce temporadas al aire, pero también a una fuerte baja en el rating, lo que derivó en el anuncio de su definitivo fin, en un capítulo que se emitirá el próximo 19 de febrero.
Triste noticia para los seguidores de la familia Harper, quienes hasta hoy tienen la esperanza de que Sheen aparezca nuevamente, aunque sea sólo para cerrar los más de diez años que estuvo con Two and a Half Men en pantalla. Pero lo que pocos saben, es que ésas no fueron las primeras polémicas: Pese a todo el éxito que tuvo, ése fue un factor que desde un comienzo acompañó a la producción.
¿Se imaginan a Blythe Danner como Evelyn Harper? Lo cierto es que la actriz de La familia de mi novia originalmente iba a interpretar a la madre de Charlie y Alan, sin embargo, desde un comienzo existió un roce entre ella y los creadores de la serie.
Blythe alcanzó a ensayar para algunas escenas, e incluso grabó el episodio piloto original, titulado «Most Chicks Won’t Eat Veal». Sin embargo, jamás fue transmitido, ya que los productores decidieron despedir a la actriz antes de continuar con la serie, luego de tener constantes diferencias con ella acerca de su personaje.
Pese al primer tropiezo, el programa logró salir adelante, llegando a los 29 millones de espectadores en 2010. Paralelamente, Charlie Sheen se convirtió en el actor mejor pagado de la televisión, con 1.8 millones de dólares por episodio.
El problema fue que tal suma de dinero hizo que el excéntrico actor creyera que era indispensable, por lo que podía comportarse como quisiera, mientras cumpliera su contrato. Algo que los creadores del programa compartieron… Por un tiempo. Así vinieron varios episodios polémicos protagonizados por Sheen, como amenazar en 2009 a su entonces mujer, Brooke Mueller, con un cuchillo; adicciones permanentes, que buscó tratar con ingresos a rehabilitación; apariciones públicas con prostitutas, intoxicado y visitas a emergencia a hospitales, entre otros.
La suma, no podía ser de otra manera, terminó por agotar a los creadores, quienes de todos modos trataron de permitirle enmendar el rumbo en la octava temporada. Pero el actor exigió volver al trabajo antes de lo que el estudio quería, y comenzó a endurecer el contenido de sus declaraciones, y el momento en que la cadena decidió terminar su contrato fue cuando llamó «pedazo de mierda» y «estúpido pequeño hombre» a Chuck Lorre.
Los seguidores de Two and a Half Men ya estaban llorando, pues parecía evidente que la serie no volvería a la pantalla. Meses después, los creadores anunciaron que el programa continuaría, pero con Ashton Kutcher a la cabeza del elenco. El estreno de la nueva temporada traía grandes expectativas, sobre todo el nuevo personaje que llegaría a la serie, cargando una gran interrogante: Cómo iba a reemplazar a Sheen.
El problema fue que decepcionó a muchos -incluyendo a Sheen- y el rating bajó considerablemente, pasando de 19 millones en su octava temporada a 9.1 millones en la undécima.
Un año después del arribo de Kutcher a la serie, otro de los protagonistas más queridos protagonizó un nuevo escándalo. Fue Angus T. Jones, quien interpretaba a «Jake Harper» en el programa.
En 2012 apareció un video en internet donde el actor, tras una aparente conversión religiosa, llamaba a sus seguidores a dejar de ver la serie, ya que aseguraba que la sitcom les estaba llenando la cabeza con suciedad. Es más, Jones afirmaba que pese a estar en Two and a Half Men, él no quería aparecer más.
En ese momento, Sheen, quien cada vez que podía atacaba a la serie, dijo que quedaba «radicalmente claro que el programa está maldito». Más tarde, el joven pidió disculpas. Ante esta nueva polémica, la CBS optó por hacer que Jones sólo fuera un personaje recurrente del programa. Según la información oficial entregada por la cadena, la decisión fue tomada debido a que el actor quería dedicarse a la música, y no por el escándalo que había protagonizado.