El día que murió Selena: así fueron sus últimas horas (+VIDEO)

Cuando el cuerpo de Selena Quintanilla Pérez llegó al hospital Corpus Christi’s Memorial el 31 de marzo de 1995, la cantante ya estaba «clínicamente muerta», según reconoció tiempo más tarde el cardiólogo Louis Elkins, encargado de evaluar su caso.

Había sido baleada por una de sus más fervientes admiradoras en un motel. Un disparo a quemarropa que le destrozó la parte derecha del torso e hizo que se desangrara.

Ella corrió malherida, pidió ayuda, pero para cuando llegó la ambulancia cinco minutos después del suceso, la ‘Reina del Tex Mex’ yacía en el suelo inerte.

Gracias a las transcripciones del juicio contra Yolanda Saldívar, que comenzó en Houston el 11 de octubre de 1995, reportes iniciales de las autoridades del condado Nueces y los testimonios que familiares y testigos han ofrecido en diversas entrevistas a través de los años, se pudo reconstruir el relato cronológico de lo que ocurrió aquel día.

Un día antes de su fallecimiento, Selena aceptó reunirse con la que había sido presidenta de su club de fans Yolanda Saldívar en el motel Days Inn de la ciudad de Corpus Christi, en Texas. Era tarde, cerca de la medianoche, razón por la que su esposo Chris Pérez, decidió acompañarla.

La artista quería que Saldívar le diera unos estados bancarios que le faltaban sobre la contabilidad de su club de fanáticos. La mujer había sido despedida 20 días antes por el padre de Selena, Abraham Quintanilla, quien no se fiaba del desempeño de Saldívar.

La ahora convicta supuestamente quería demostrarle a su ídolo que nunca le había fallado, por lo que también le entregaría una muestra desaparecida del perfume que la cantante con 13 años de carrera que ya se había lanzado como diseñadora de moda y que en ese entonces estaba grabando su primer disco en inglés.

La cantautora del éxito ‘Bidi, Bidi, Bom, Bom’ tocó a la puerta de la habitación 158 y Yolanda Saldívar le abrió. Mientras les entregaba los documentos, alegó que había sido violada y golpeada en un viaje reciente a México. En el juicio posterior llegó a acusar de los abusos al padre de Selena, quien negó las alegaciones.

Tras ponerse a su disposición si necesitaba algún tipo de ayuda, la vocalista de Selena y los Dinos se marchó junto a Pérez, con quien llevaba poco más de dos años casada. Él contó que aún no llegaban a la casa cuando la artista se dio cuenta de que no había recibido específicamente lo que pidió.

Se fue a dormir incómoda con la situación, recordó Chris Pérez en una reciente entrevista televisiva. Como había quedado en acompañar a Yolanda Saldívar al médico al día siguiente, para que le revisara tras la supuesta agresión sexual, creyó que tenía una oportunidad de finalmente recuperar los estados financieros que le urgían.

La muerte de Selena

A las 7:30 de la mañana, del viernes 31 de marzo de 1995, Selena Quintanilla Pérez despertó, se vistió con una sudadera verde con capucha y salió al motel Days Inn.

A las 9:00 de la mañana llevó a Yolanda Saldívar al hospital regional Doctor’s donde no los médicos no parecieron dar credibilidad al relato de la mujer, ya que las lesiones descritas no coincidían con su estado de salud.

En medio de esa situación, Selena Quintanilla recibió su última llamada telefónica: era su esposo Chris Pérez preguntándole dónde estaba, pues su papá la estaba esperando desde las 10:00 de la mañana para grabar un tema del disco en inglés. «Voy ya mismo, estoy resolviendo un último asunto», recordó el músico que le contestó.

De regreso al motel, declaró Yolanda Saldívar horas más tarde a las autoridades policíacas, Selena Quintanilla le expresó que creía necesario que se dejaran de ver por un tiempo, mientras se aclaraba todo el asunto financiero con el manejo de sus negocios.

Llegaron a la habitación 158 del Days Inn y comenzaron a discutir. Según contó Yolanda Saldívar en su declaración inicial al detective Paul Rivera, su ídolo le insistía en que los estados bancarios y otros documentos que le entregó no eran los correctos y alegó que Selena Quintanilla le llamó «lesbiana». En ese momento, ella agarró todo lo que aún tenía vinculado a los negocios y se lo entregó.

Selena Quintanilla Pérez dio la vuelta para salir de la habitación. Eran las 11:48 de la mañana cuando Yolanda Saldívar aplicó las 11 libras de presión que requería su revólver Taurus, calibre .38 y le disparó un proyectil de cabeza hueca, de esos que en la calle son conocidos como los ‘mata policías’, por el efecto tan devastador que causan.

Herida, la cantante comenzó a huir de la habitación. Gritaba para pedir ayuda. Yolanda Saldívar, por su parte, se recluyó en su camioneta GMC roja, atentando con dispararse, una escena que traía a la memoria el intento de suicidio de la estrella de fútbol americano O.J. Simpson, quien nueve meses antes había protagonizado una larga persecución en su camioneta Bronco blanca por Los Ángeles que fue televisada a nivel nacional.

El corazón azul

El detective de la Policía de Corpus Christi, Paul Rivera, estuvo a cargo de la pesquisa. Declaró bajo juramento que cuando llegó al motel, cerca de las 12:00 del mediodía, en la puerta de la habitación 158 había manchas de sangre, al igual que en el suelo, marcando la ruta de escape de la cantante por la acera, cruzando la entrada para los autos, pasando frente a la entrada de la alberca y el restaurante hasta llegar a la esquina del mostrador de la recepción.

En total, estimó Rivera, Selena Quintanilla caminó 390 pies hasta derrumbarse.

A su paso, empleados de la hospedería, coincidieron en que la cantante ganadora de un Grammy temía que Saldívar volviera a dispararla.

El servicio de emergencias 911 registró a las 11:49 de la mañana la llamada de Barbara Schultz, gerente general del motel Days Inn, quien exigía ayuda de inmediato para atender a una herida de bala y atrapar a su atacante.

Récords judiciales del condado Nueces dan constancia de que la ambulancia tardó menos de dos minutos en llegar a la escena. El paramédico Richard Fredrickson reportó que cuando intentaba tomarle el pulso a Selena Quintanilla, lo que sentía eran contracciones de otros músculos. Quedó también consignado en ese primer reporte que se intentó inyectar una solución intravenosa sin éxito, debido a la falta de presión sanguínea.

Este viernes se cumplen 22 años del asesinato de Selena Quintanilla, un ícono de la música latina en EEUU que fue asesinada por la expresidenta de su club de fans tras una discusión en un motel de Texas.

Gracias a las transcripciones del juicio contra Yolanda Saldívar, que comenzó en Houston el 11 de octubre, reportes iniciales de las autoridades del condado Nueces y los testimonios que familiares y testigos han ofrecido en diversas entrevistas a través de los años, se pudo reconstruir el relato cronológico de lo que ocurrió aquel día.

«Examiné las funciones del cerebro, pero no había actividad. Sus pupilas estaban dilatadas, no respondían a ningún estímulo. No respiraba por sí misma; no tenía signos vitales», declaró a preguntas del fiscal Carlos Valdez y el abogado de defensa, Douglas Tinker.

Al abrir el pecho de la cantante para aplicar medicamentos directamente a su corazón, añadió, «el órgano estaba azul y sin sangre. Un corazón normal luce como un puño, de un rosado brillante o rojo. Estaba vacío porque se desangró».

La bala del revólver calibre .38 le destrozó el hombro derecho, laceró ese pulmón, las venas y una arteria mayor provocándole una pérdida de sangre masiva. Tras 50 minutos tratando por todos los medios de reanimarla, a la 1:05 de la tarde, se decretó la muerte de la ‘Reina del Tex Mex’.

Mientras el luto se apoderaba de la familia Quintanilla Pérez y los miles de fans de Selena recurrían a las emisoras de radio y televisión para confirmar la noticia de la muerte de su ídolo, en el estacionamiento del motel Days Inn la tensión se mantuvo hasta las 9:30 de la noche, cuando Yolanda Saldívar accedió a entregarse a las autoridades.

Casi siete meses más tarde, el lunes 23 de octubre, un jurado compuesto por seis hombres e igual cantidad de mujeres, la declaró culpable de asesinato. El 26 de octubre de 1995, el juez Westergren, en Houston, Texas, la condenó a cadena perpetua y estipuló que sólo podrá solicitar el beneficio de libertad condicional cuando cumpla 30 años de pena, en el 2025.

https://www.youtube.com/watch?v=BZeUzapWiu8

Más de 20 años de aquel crimen, la asesina convicta continúa encerrada en la unidad de mujeres de Mountain View, en Gatesville, Texas, donde tendrá que esperar 8 años más para poder ser elegible para solicitar la libertad condicional.

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