A lo largo de cinco décadas Bill Cosby mantuvo una ajetreada carrera como comediante de monólogos, aunque su visibilidad en televisión se levantaba y caía y nuevas generaciones de comediantes aparecían bajo los reflectores.
Pero las nuevas acusaciones por abuso sexual que han surgido en su contra, afectando sus proyectos en televisión y otros acuerdos, también están teniendo efectos en sus presentaciones en vivo, las cuales representan su contacto directo con los admiradores y su trabajo regular.
La ambiciosa gira del comediante de 77 años que lo llevaría por Estados Unidos y Canadá entre finales de año y comienzos del 2015 ha sufrido cancelaciones y postergaciones indefinidas en unos 10 estados.
«Los foros están perdiendo la confianza, todos temen que haya manifestantes», dijo Gary Bongiovanni, editor de Pollstar, revista especializada en conciertos y espectáculos. «Si yo le pudiera dar un consejo le diría que cancele todo y se conduzca de manera discreta por un tiempo».
Jamie Masada, propietario de los famosos clubes de comedia Laugh Factory, sugirió lo mismo.
Hasta que no se resuelvan las acusaciones contra Cosby, idealmente en la corte, se está arriesgando con cada presentación, dijo Masada.
«Una presentación de un monólogo de comedia es un foro libre para que el público grite lo que quiera», dijo. Ante esta situación, agregó Masada, «¿querrá dar una presentación?».
Pero la espera podría poner a prueba a Cosby, ya que las dos demandas civiles interpuestas en su contra este mes, una por abuso sexual y otra por difamación, penden mientras los medios y la gente sigue debatiendo.