Las autoridades australianas confirmaron este miércoles la muerte de un cocodrilo que la semana mató a una niña de 12 años que nadaba en un riachuelo en la comunidad aborigen Palumpa (Nganmarriyanga).
Los guardabosques dispararon contra el cocodrilo, con el permiso de la comunidad aborigen situada a unos 357 kilómetros al suroeste de la ciudad de Darwin-, según un comunicado publicado este miércoles por la Policía del Territorio Norte.
El cadáver del animal, de 4,2 metros de longitud, fue encontrado flotando y las autoridades pudieron confirmar que se trata del reptil que atacó a la menor el martes pasado.
Los cocodrilos de estuario (Crocodylus porosus), al igual que los tiburones, son dos temidos animales conocidos por sus esporádicos ataques a humanos, algunos de ellos mortales.
Los cocodrilos de estuario en Australia, unos animales que pueden medir hasta seis metros, abundan en la región tropical del norte australiano después de que fueran declarados una especie protegida en 1971, cuando quedaban unos 3.000 ejemplares silvestres por la caza indiscriminada.