Tu Nueva Radio YA conversó este martes con el señor Francisco Zeledón, padre del propietario de la embarcación “Miss Johana Betsey”, quien informó que han mandado a construir ataúdes especiales para sepultar los cuerpos de los pescadores que se encuentran atrapados en el interior de la nave hundida.
Francisco Zeledón detalló que ayer lunes durante las labores de buceo se encontró un cuerpo atrapado en la cabina del capitán y otros dos cuerpos en otro compartimento, por lo que este martes se investiga si los cuerpos de los otros 10 pescadores restantes están dentro de los camarotes de la nave.
A la vez detalló que han mandado a construir una bóveda en el cementerio central de Bluefields con el fin de que los familiares de las víctimas puedan sepultar a sus deudos si es que no cuentan con un terreno en el campo santo.
Como parte de las labores de inspección de la embarcación, la Fuerza Naval destinará buzos especialistas de Puerto Corinto que viajarán a Corn Island para realizar la búsqueda de los cuerpos sin que resulten afectados por el grado de descomposición de los cadáveres.
Zeledón precisó que la embarcación estaba hundida sobre un costado, por lo que según su experiencia, se presume que se hundió por filtraciones en el cascote de la nave, versión que posteriormente será investigada a profundidad una vez que los buzos inspeccionen el cuarto de máquina de la nave.
Entre otros detalles técnicos, Francisco Zeledón especificó que la baliza del barco trabaja conectada a una batería de 24 voltios, por lo que no se sabe si fue desconectada por los marineros o se desconectó accidentalmente, dejando de emitir señal desde el pasado 29 de junio.
La embarcación “Miss Johana Betsey” tenía dos años de pertenecer a la Familia Zeledón, quienes se la compraron a la Empresa Central American Fisheries (CAF), misma que se la confiscó a un pescador que no les honró una deuda económica.
La nave fue encontrada hundida ayer lunes a 23 millas y media al norte de Corn Island, en el Caribe Sur de Nicaragua, después que parte del mecate del cabo quedó atrapada en la propela de la lancha de un pescador de la Isla del Maíz quien tras el fortuito hallazgo dio el aviso de alerta a don Eduardo Zeledón y la Fuerza Naval.