Una ley aprobada por el parlamento nicaragüense protegerá a las instituciones, funcionarios y ciudadanos contra cualquier sanción o agresión estadounidense, europea o de otro origen.
Una legislación necesaria ante el acrecentamiento de las medidas unilaterales y amenazas que recibe Nicaragua del imperio estadounidense, que no son más que injerencias violatorias del derecho internacional.
Nicaragua refuerza su blindaje contra las injerencias de Estados Unidos, la Unión Europea o cualquier otro país, con la aprobación por unanimidad de los diputados de la Asamblea Nacional, de la Ley de Protección de los nicaragüenses ante Sanciones y Agresiones Externas.
Al no tener ninguna validez cualquier sanción o agresión extranjera, los bancos radicados en suelo nicaragüense no podrán prohibir servicios bancarios o congelar el dinero de nicaragüenses o instituciones; los que permitan esas medidas unilaterales externas serán declarados traidores de la patria.
Los contratos bajo la modalidad de corresponsalías, que son acuerdos privados entre sedes bancarias locales y externas, no podrán estar por encima de esta u otra ley y si hubiese algo de esos acuerdos entre bancos que contraríe la legislación nicaragüense se exigirá su corrección de inmediato.
Las utilidades bancarias en Nicaragua pasaron de 2020 a 2024, de 2 462 millones a 6 464 millones de córdobas con 162% de incremento.
La presente ley aprobada incluye la restitución de servicios bancarios y el resarcimiento de daños a instituciones, personas naturales o funcionarios que hayan sido dañados con sanciones o agresiones extranjeras.