En una operación de vigilancia, el Instituto de Protección y Sanidad Agropecuaria, a través de su Sistema de Vigilancia Fitosanitaria, logró interceptar un ejemplar de Caracol Gigante Africano (Achatina fulica) en un zoo-criadero del país. Este molusco había sido introducido de forma ilegal a territorio nicaragüense.
Debido a los riesgos que presenta esta especie, el Sistema Nacional de Producción Consumo y Comercio ha incrementado y reforzado las medidas fitosanitarias estableciendo un estricto anillo de contención con medidas de bioseguridad.
Para esta tarea, se ha contado con la colaboración de varias instituciones incluyendo el MINSA, SINAPRED, el Ejército de Nicaragua, la Policía Nacional y diversas alcaldías.
Caracol Gigante Africano (Lissachatina Fulica)
El Caracol Gigante Africano, cuyo nombre científico es Lissachatina fulica, es uno de los moluscos terrestres más grandes del mundo, pudiendo alcanzar hasta 20 centímetros de longitud.
Originario de África, se ha introducido en muchos otros lugares, convirtiéndose en una plaga invasiva en muchas regiones. Su rápida tasa de reproducción y adaptabilidad le permiten colonizar diversos hábitats.
Este caracol consume una amplia variedad de plantas, lo que lo convierte en una amenaza para la agricultura. Además, es vector de enfermedades parasitarias para los humanos, como la meningoencefalitis eosinofílica.
Es esencial comprender la amenaza que representa este caracol. Considerado una de las especies exóticas invasoras más peligrosas a nivel global.
Las autoridades hacen un llamado a la ciudadanía para que informe sobre cualquier avistamiento o tenencia de esta especie, y reiteran la importancia de no introducir especies exóticas al país, dada la amenaza que pueden representar para el ecosistema local y la salud de sus habitantes.