Al menos 18 personas han muerto y otras 3 se encuentran en calidad de desaparecidas, a causa del temporal lluvioso registrado en Nicaragua entre el 19 de mayo y el 2 de junio.
La primera víctima fue el tomador Jorge Antonio Espinoza Suarez, de 53 años, cuyo cuerpo fue encontrado la mañana del 20 de mayo, en las costas del Lago de Managua, por habitantes del barrio La Primavera.
Tres días después, la mañana del 23 de mayo, el cuerpo de un desconocido fue encontrado en avanzado estado de descomposición en las costas del Lago Xolotlán. La víctima tenía unas 40 años de edad y el nombre “Meyling” tatuado en la mano derecha.
El 25 de mayo, otras dos personas perecieron ahogadas en nuestro país, entre ellas el ciclista Enrique Marcelino Ordoñez Sánchez, de 18 años, quien cayó de manera accidental en un cauce que estaba cubierto por las corrientes causadas por las lluvias en la comarca La Grecia número 1, del municipio de Chinandega.
Ese mismo día, las corrientes del Río Mayales, a su paso por la comarca Hato Grande, en Juigalpa, Chontales, arrastraron al jinete Jorge Alexander Flores Bonilla, de 30 años, quien tratando de ir a traer un ternero, intentó cruzar una quebrada que estaba crecida por las lluvias. Su cuerpo fue encontrado después de 24 horas de búsqueda.
El 25 de mayo también fue recuperado en el sector de Las Limas, carretera hacia Miraflor, en Estelí, el cuerpo de José Santos Vílchez, de 65 años, quien había sido arrastrado por las corrientes el pasado 22 de mayo.
En Siuna, Caribe Norte, el pasado 29 de mayo se ahogó el ciudadano Carlos Sevilla, de 45 años, conocido cariñosamente como “Chale”, al intentar cruzar a caballo el puente del río La Bomba, que estaba rebalsado por las constantes lluvias en la zona.
La lluvia del 29 de mayo también arrastró al tomador capitalino Óscar Danilo Lira Cano, de 55 años, cuyo cuerpo fue encontrado el 30 de mayo, en un predio montoso cerca de la terminal del buses que cubren la Ruta 105, en la colonia Unidad de Propósito, Managua.
El 30 de mayo también pereció ahogado el jinete Santos Orlando Morales Umanzor, de 35 años, cuando intentó cruzar la quebrada río Abajo, en la comunidad de Apanaje, que estaba crecida por las lluvias que cayeron sobre el municipio de Las Sabanas, en el departamento de Madriz.
En tanto, el primero de junio se registró el suceso que más vidas ha cobrado en lo que va de la época lloviosa, los fuertes aguaceros provocaron la crecida del río Ayapal, a su paso por la comunidad Runflín número 3, en San José de Bocay, Jinotega, arrasando con tres viviendas en la zona.
En el lamentable suceso perdieron la vida José Espinoza Rivera, de 32 años; su esposa María Auxiliadora González, de 26; y sus hijos Melvin Espinoza González, de 8 meses de nacido; y Mayernis Espinoza González, de 2 años, cuyo cuerpo no ha sido encontrado.
Siempre en San José de Bocay, en el sector del Cerro Gacho, otras dos viviendas fueron destruidas por un deslave, cobrando la vida de Lidia Yesenia Amador, de 37 años; y Manuel Villagra, de 39, cuyo cadáver aún no ha sido localizado.
El primero de junio también ocurrió un deslave en un cerro de la comunidad El Jilguero, del municipio de Wiwilí, Jinotega, donde los ciudadanos Juan Picado, de 24 años, y Bertilia González, de 47 años, murieron soterrados por el lodo y escombros arrastrados por las corrientes.
En San José de Bocay, Jinotega, Vicente Roa de 47 años, también se ahogó el primero de enero al caer de su panga al río Bocay, en su paso por la comunidad Sabawas.
Ese mismo día se ahogó el ciudadano Francisco José Raudales Mangas, de 75 años de edad, al intentar cruzar el río Sinecapa, que estaba crecido por las lluvias que azotaron el municipio de El Jicaral, en el departamento de león.
Las autoridades del Sistema Nacional para la Prevención Mitigación y Atención a Desastres (SINAPRED) recomiendan a las familias a no intentar cruzar ríos, cauces, quebradas que están crecidos por las lluvias, sin embargo, la imprudencia sigue cobrando vidas por no acatar estas orientaciones de protección y salvaguarda de la vida.