En 25 millones de córdobas fueron calculadas de forma preliminar las pérdidas ocasionadas por un voraz incendio que la madrugada de este martes arrasó con dos negocios ubicados en el mercado central de la ciudad de Chinandega.
Los negocios estaban localizados de la iglesia El Calvario una cuadra al sur y una abajo, en donde las llamas destruyeron todo, quedando en pie solo las paredes.
Según las autoridades, el fuego se inició en la distribuidora Sharon, propiedad de la señora Mayra del Rosario Maltez, quien le alquila el local al señor Raúl Sotomayor.
Las lenguas de fuego se extendieron luego hacia la sucursal de la financiera Credifast, que también fue totalmente destruida.
Posteriormente, las llamas se propagaron hacia un inmueble vacío en donde resultó dañada principalmente la segunda planta.
Aunque el siniestro amenazó con extenderse hacia Comercial ANI y Ani Boutique, propiedad de Kenia Peña, los bomberos unificados lo evitaron y la mercadería fue evacuada.
Igualmente sucedió hacia el Oeste donde los comerciantes lograron sacar sus productos, en tanto los bomberos previnieron que el fuego continuara extendiéndose.
Los bomberos de la ciudad de Chinandega, Chichigalpa, El Viejo y Corinto, también evitaron que el fuego afectara la tienda El Bodegón y la vivienda de la familia Arce, cuando las llamas amenazaban ambas infraestructuras.
Por su parte la Policía Nacional, acordonó el lugar para facilitar el trabajo de los Bomberos Unificados y evitar el pillaje.
Acompañamiento del Gobierno de Nicaragua
La alcaldesa de Chinandega, compañera Aura Lila Padilla Álvarez y el secretario político del FSLN, compañero José María Espinoza, se presentaron al lugar para brindar acompañamiento a los comerciantes que resultaron afectados.
“Están activadas todas las instituciones del Comupred, para atender esta emergencia, controlarlo y evitar que se repita la situación del 8 de mayo de 1967, cuando el mercado central fue arrasado por un incendio”, indicó la alcaldesa Aura Lila Padilla.
A las 4:30 de la madrugada los bomberos ya tenían controladas las llamas y trabajaban en el enfriamiento de los negocios siniestrados, para luego proceder al escombreo y determinar las causas del incendio.