Un horrible caso se registró en la cárcel de máxima seguridad de El Pozo II, donde de forma despiadada una mujer utilizó a su hijo de dos años como objeto o mula para ingresar un bulto de marihuana.
La joven mujer hizo su ingreso para visitar a un convicto en la cárcel también conocida como La Tolva, ubicada en Morocelí, El Paraíso, Honduras.
Al momento de entrar al reclusorio, los agentes penitenciarios hicieron el registro de rutina, tanto a la mujer como al menor, en el que también se incluyó el pasar por el escáner de rayos x.
Para sorpresa de la seguridad del penal, la máquina bodyscam detectó que el pequeño llevaba en su área genital un extraño objeto, que posiblemente se trataría de drogas.
Al tanto de lo que estaba ocurriendo, los celadores dejaron que la aberrante mujer siguiera su camino con el menor en brazos, con el objetivo de saber a quién le entregarían el paquete que el infante llevaba dentro de su cuerpo.
La visitante se dirigió al módulo de la Pandilla 18, donde ya la esperaban dos pandilleros recluidos en La Tolva. En efecto, los agentes penitenciarios no se equivocaron al sospechar que se trataba de droga.
Arrimados a una pared, tratando de que las cámaras de seguridad no observaran el despreciable acto, los dos pandilleros sacaron el bulto de droga del ano del niño, para luego guardarlo entre sus pantalones.
De inmediato, los elementos militares que custodian el penal abordaron a los dos reos y a la mujer, encontrándoles un paquete de marihuana envuelto en un material plástico.
La mujer fue detenida en el instante, al igual que los dos integrantes de la Pandilla 18, para quienes llevaban el alucinógeno, para luego ser remitido el caso al Ministerio Público (MP).
Como medida, las autoridades anunciaron que está prohibido el ingreso de menores al penal.