Arfaxar Alexander Urrutia Jarquín, de 20 años de edad, fue detenido por la Policía en un hospital privado de Estelí, adonde llegó a buscar atención médica por una herida en la espalda, horas después de haber baleado al inspector de la policía René López Aráuz, de 42 años, en el barrio El Porvenir, de Sébaco, Matagalpa.
El sujeto fue trasladado al hospital esteliano desde Sébaco en un carro particular por las hermanas Jacqueline, de 22 años, y Eyling Álvarez Rivera, de 27, en un intento por evadir la justicia por el delito cometido, pero la delegación policial de Estelí estaba alerta sobre el caso y al detectarlo procedieron a su captura.
Cazadores de noticias informaron que el inspector René López fue baleado en la tetilla derecha por Urrutia Jarquín cuando este abrió fuego contra un grupo de oficiales que llegaron a desarticular un expendio de drogas que funcionando en la vía pública, arruinando la vida de muchos jóvenes del sector.
Al ver herido a su compañero, otros agentes respondieron al fuego, logrando herir en la espalda al delincuente, quien con ayuda de las dos mujeres pudo darse a la fuga, hasta ser detenido en Estelí.
El agente lesionado fue trasladado al hospital regional César Amador Molina, de la ciudad de Matagalpa, en tanto el delincuente y sus cómplices serán puestos a las órdenes del Ministerio Público para ser acusados por los delitos cometidos.
Según versiones de los vecinos, en mayo del año pasado, la Policía allanó la casa de doña Rosa Jarquín Eugarrios madre de Arfaxar Alexander, y le encontraron un revólver calibre 22, una escopeta de fabricación artesanal, media docena de cartuchos, y cuatro tubos de hierro de 60 centímetros de largo, utilizados como lanza morteros.
Tras ese allanamiento Máximo Urrutia Laguna, padre del expendedor, fue acusado de fabricación, tráfico, tenencia y uso de armas restringidas.