Bajo el estruendo de cohetes, miles de feligreses capitalinos acompañaron este miércoles la milagrosa imagen de Santo Domingo de Guzmán hasta su santuario en las Sierritas de Managua, culminando en paz y alegría las fiestas tradicionales que anualmente se realizan en su honor.
La romería de promesantes, entre ellos los populares inditos y negritos partió a las 7 y media de la mañana de este martes desde los alrededores del mercado oriental bajo el grito: ¡Viva Santo Domingo de Guzmán!
A las ocho de la mañana, la imagen fue despedida en el gancho de caminos por Santo Domingo de Abajo o de San Andrés de la Palanca, quien aún se quedará durante varios días en la iglesia del barrio Cristo del Rosario.
Poco después, la imagen de Santo Domingo se detuvo frente a la sede de los cargadores tradicionales en donde fue despedido con bailes típicos, por la Alcaldesa de Managua, compañera Reina Rueda y el Vicealcalde, compañero Enrique Armas.
“Una vez más hemos estado viviendo unas festividades patronales con mucha devoción por parte de los feligreses que han celebrado con mucho orden desde la bajada y ahora que estamos despidiendo a Santo Domingo, gracias a Dios todo se ha desarrollado en paz y armonía”, dijo la alcaldesa.
La primera funcionaria municipal dijo que esta vez se pide a Santo Domingo que interceda por la paz, para que las familias puedan desarrollar sus actividades con mucha tranquilidad.
A eso de las once, el milagroso santo ya estaba siendo bailado en la rotonda de Cristo Rey y a las doce en las inmediaciones del antiguo Registro de la Propiedad en la Colonia Centroamérica, en su ruta hacia el sector de La Morita.
La colorida peregrinación fue acompañada de chicheros que pusieron el ritmo a los más de 120 miembros del Comité de Cargadores Tradicionalistas de Managua, a lo largo de todo el trayecto.
En esta ocasión, “Minguito” fue “vestido” con flores blancas y amarillas, en tanto los cargadores tradicionales lucieron cotonas verdes y moradas.
Al igual que el primero de agosto, muchos devotos también cargaron réplicas de la milagrosa imagen y bailaron al son de los chicheros.
Entre los devotos participó Oscar Zamora, el Cacique Menor, quien tiene 34 años de acompañar las procesiones de Santo Domingo, en pago a una promesa por la salud de su mamá, quien se vio mal tras una operación y fue sanada por la milagrosa imagen.
En la alegre celebración también participaron miles de vendedores por cuenta propia quienes aprovecharon la fiesta de los managuas para generar importantes ganancias para el sostén de sus familias.
La procesión tradicional fue acompañada por centenares de miembros de la Policía Nacional, bomberos y miembros de la Cruz Roja, quienes garantizaron la seguridad y estado de salud de los participantes.
A las cuatro y 55 minutos de la tarde, el “santito” llegó a su morada permanente, en donde permanecerá hasta el primero de agosto del año 2023, cuando nuevamente realice su visita de diez días a la capital.